Se atribuye a don Fadrique Enríquez de Ribera, primer marqués de Tarifa y señor de Alcalá la consecución, en 1524, de una bula del papa Clemente VII para unir en una sola
parroquia las tres existentes entonces en la localidad. Esta
familia Ribera, señores de la villa, tenían patronato sobre sus
iglesias y
conventos, por lo que aparece con frecuencia su nombre asociado a su
historia. Del primitivo templo construido sobre la antigua mezquita aljama en lo más alto del lugar, nada se sabe. Pero la reconstrucción de aquella primera
iglesia mayor de
San Jorge Mártir en el siglo XVI nos deja una espléndida
portada gótica a los pies del templo, que al igual que otras de la zona sigue la estética de los modelos sevillanos, como la
Puerta de los Palos, de la
catedral hispalense.