HISTORIA DE ALGECIRAS (CADIZ)
-La Invasión de los bárbaros y el Imperio bizantino.
En los últimos años del Imperio Romano de Occidente (siglo V) las incursiones bárbaras tuvieron incidencia en la zona.
Anteriormente durante el gobierno del Emperador Marco Aurelio, en el período de 172 al 175 d. C, los mauritanos hicieron su presencia en la zona y después durante el gobierno del Emperador Septimio Severo en el período de 193 al 211d. C, también asolaron la zona. Durante el mandato del Emperador Galeno en el período del 280 d. C, los pueblos suevos, germanos y francos atravesaron la zona. En el 429 de. C. los vándalos atravesaron el Estrecho de Gibraltar para asentarse en Cartago en un número según cifras de la época de 80.000. Según se cita en las crónicas que se aprovisionaron de víveres, apresaron todas las embarcaciones la zona y destruyeron todas las instalaciones que pudieran representar un peligro futuro para una nueva invasión, especialmente el puerto y las atarazanas.
La zona sur de Hispania estaba controlada por los suevos hasta la llegada de los visigodos en el 454 d. C. El control de esta zona por el pueblo visigodo se ejerció hasta el 557 d. C, por la llegada de los bizantinos con su general Belisario enviado por el Emperador Justiniano, quien quiso recuperar íntegramente el Imperio Romano de Occidente. Aunque la presencia en la ciudad fue escasa, se han encontrado restos de un cementerio visigodo-bizantino en la Villa Vieja de la ciudad así como un cáliz bizantino en las proximidades de la Mezquita Aljama, construidas sobre los restos de una basílica cristiana derruida en la Villa Vieja. Los bizantinos se mantuvieron en el lugar hasta el año 622 d. C que volvió a ser controlado por los visigodos.
-La Invasión de los árabes y Fundación de la ciudad.
Sería en el 711d. C cuando las tropas musulmanas dirigidas por Tarek desembarcan en el monte de Gibraltar (Gebel Tarik o monte Tarik) y la ciudad de Carteia y junto a la actual ciudad de Algeciras.
En aquel lugar establecieron una base en Isla Verde dejando un pequeño destacamento y a la favorita de Tarek que se llamaba Umm Hakim quien daría el nombre al lugar (Al-Yazira o isla de Ummm Hakim).
Después de una breve estancia en la península y la escasa oposición de los hispanos a la presencia musulmana, trasladaron el campamento a tierra y adopto el nombre de Al-Yazirat Al-Hadra o Isla Verde estableciéndose las bases de una ciudad.
Comenzada su fundación, fue la ciudad fundamental para la causa musulmana siendo el puerto de entrada a Europa desde África y la ciudad comenzaría su crecimiento por el paso de los soldados árabes a la guerra.
Esta ciudad fue testigo de las revueltas bereberes durante la segunda mitad del siglo VIII y así el Emir de Al-Ándalus en el 741 solicitó ayuda al noble sirio conocido como Balch que para sofocar la revuelta de los bereberes contra el poder central.
Estas sublevaciones se produjeron por el incumplimiento del acuerdo por los cuales los bereberes deberían recibir lotes de tierras con los que establecerse en Hispania. Balch trajo unos 6500 soldados que desembarcaron en Al-Yazirat y el Emir de Al-Ándalus solicitó como garantía que se quedarán como rehenes una serie de personajes nobles para evitar que este ejército ocupara tierra alguna y simplemente se dedicara ayudar en la lucha.
Terminada la lucha y cuando supo Balch que en la de los rehenes prestados no habían sido bien tratados durante la reclusión, marcho a la ciudad de Córdoba y mató al Emir.
-Emirato de Córdoba.
En el año 755 llego a Córdoba el príncipe omeya Abd-el-Rahman para proclamarse Emir independiente con el nombre de Abd-el-Rahman I edificando en la ciudad la Mezquita Aljama, obra de Abd-Allah ben Jalid. En los años siguientes se produjeron muchas rebeliones de los bereberes en la serranía del sur de Al-Ándalus y así varios Walíes de la ciudad se enfrentaron con el poder central llegando uno de ellos, Rizu ben al-Numan tomar la ciudad de Sevilla en el año 760.
El año 859 durante el Emirato de Abd-el-Rahman II hubo una invasión vikinga dirigida por sus caudillos Hasting y Biorn Ragnarsson asediando la ciudad de Sevilla durante tres días y al final la asaltaron. Provocaron muchos daños, saqueando las casas de los notables de la ciudad, incendiaron la Mezquita Aljama de Sevilla y la Mezquita de las Banderas.
El Emir dispuso la defensa y envió a sus tropas que recuperaron la ciudad e hicieron huir a los vikingos capturando dos dedos sus barcos y muchísimos vikingos fueron capturados.
En los años de sucesivos se reconstruyeron las mezquitas y de sus puertos se utilizo la madera de los barcos vikingos y en las murallas.
En el año 879 se sublevo en la ciudad Yahya Al-Yaziri en una revuelta de muladíes y mozárabes por los altos tributos que el Emir de Córdoba les obligaba a pagar.
La finalidad de estas revueltas era el crear un Estado independiente en la Serranía de la Cordillera Penibética.
Mohammed I Emir de Córdoba envió a la ciudad a Hashim Al-Aziz con un ejército que sometió Al-Yaziri y traslado al prisionero a Córdoba.
Pero la lucha continuó y otros dirigentes pondrían en jaque al Emir. Serían los jefes algecireños Lope Ibn Mandaril y Ben Abi Azara quienes se unirían al caudillo rebelde muladi Omar Ibn Hafsun que luchaba en contra del poder califal.
Aunque Córdoba nombraba gobernadores leales al Emirato, no obstante en los castillos de la sierra las insurrecciones eran constantes prolongándose la situación hasta el 888 que es la fecha que la ciudad de Algeciras se subleva contra el Emir y expulsaron al gobernador.
Del este momento el caudillo Omar ben Hafsun utilizó el puerto de la ciudad para comerciar con el Mogreb.
Esta rebeldía se mantuvo hasta que Abd-el-Rahman III llegó al poder en el 914 donde una gran parte de Al-Ándalus no reconocía su autoridad por lo que inició una expedición de castigo a los castillos de la Serranía de Ronda y entró en Algeciras donde se asentó y ordenó construir las Atarazanas para reconstruir unos barcos capturados a Omar ben Hafsun.
Desde esta ciudad ordenó el ataque final contra Omar ben Hafsun que moriría en su castillo de Bobastro unos años después.
Tras su victoria Abd-el-Rahman III pacífico definitivamente su reino y se nombro Califa.
-La Invasión de los bárbaros y el Imperio bizantino.
En los últimos años del Imperio Romano de Occidente (siglo V) las incursiones bárbaras tuvieron incidencia en la zona.
Anteriormente durante el gobierno del Emperador Marco Aurelio, en el período de 172 al 175 d. C, los mauritanos hicieron su presencia en la zona y después durante el gobierno del Emperador Septimio Severo en el período de 193 al 211d. C, también asolaron la zona. Durante el mandato del Emperador Galeno en el período del 280 d. C, los pueblos suevos, germanos y francos atravesaron la zona. En el 429 de. C. los vándalos atravesaron el Estrecho de Gibraltar para asentarse en Cartago en un número según cifras de la época de 80.000. Según se cita en las crónicas que se aprovisionaron de víveres, apresaron todas las embarcaciones la zona y destruyeron todas las instalaciones que pudieran representar un peligro futuro para una nueva invasión, especialmente el puerto y las atarazanas.
La zona sur de Hispania estaba controlada por los suevos hasta la llegada de los visigodos en el 454 d. C. El control de esta zona por el pueblo visigodo se ejerció hasta el 557 d. C, por la llegada de los bizantinos con su general Belisario enviado por el Emperador Justiniano, quien quiso recuperar íntegramente el Imperio Romano de Occidente. Aunque la presencia en la ciudad fue escasa, se han encontrado restos de un cementerio visigodo-bizantino en la Villa Vieja de la ciudad así como un cáliz bizantino en las proximidades de la Mezquita Aljama, construidas sobre los restos de una basílica cristiana derruida en la Villa Vieja. Los bizantinos se mantuvieron en el lugar hasta el año 622 d. C que volvió a ser controlado por los visigodos.
-La Invasión de los árabes y Fundación de la ciudad.
Sería en el 711d. C cuando las tropas musulmanas dirigidas por Tarek desembarcan en el monte de Gibraltar (Gebel Tarik o monte Tarik) y la ciudad de Carteia y junto a la actual ciudad de Algeciras.
En aquel lugar establecieron una base en Isla Verde dejando un pequeño destacamento y a la favorita de Tarek que se llamaba Umm Hakim quien daría el nombre al lugar (Al-Yazira o isla de Ummm Hakim).
Después de una breve estancia en la península y la escasa oposición de los hispanos a la presencia musulmana, trasladaron el campamento a tierra y adopto el nombre de Al-Yazirat Al-Hadra o Isla Verde estableciéndose las bases de una ciudad.
Comenzada su fundación, fue la ciudad fundamental para la causa musulmana siendo el puerto de entrada a Europa desde África y la ciudad comenzaría su crecimiento por el paso de los soldados árabes a la guerra.
Esta ciudad fue testigo de las revueltas bereberes durante la segunda mitad del siglo VIII y así el Emir de Al-Ándalus en el 741 solicitó ayuda al noble sirio conocido como Balch que para sofocar la revuelta de los bereberes contra el poder central.
Estas sublevaciones se produjeron por el incumplimiento del acuerdo por los cuales los bereberes deberían recibir lotes de tierras con los que establecerse en Hispania. Balch trajo unos 6500 soldados que desembarcaron en Al-Yazirat y el Emir de Al-Ándalus solicitó como garantía que se quedarán como rehenes una serie de personajes nobles para evitar que este ejército ocupara tierra alguna y simplemente se dedicara ayudar en la lucha.
Terminada la lucha y cuando supo Balch que en la de los rehenes prestados no habían sido bien tratados durante la reclusión, marcho a la ciudad de Córdoba y mató al Emir.
-Emirato de Córdoba.
En el año 755 llego a Córdoba el príncipe omeya Abd-el-Rahman para proclamarse Emir independiente con el nombre de Abd-el-Rahman I edificando en la ciudad la Mezquita Aljama, obra de Abd-Allah ben Jalid. En los años siguientes se produjeron muchas rebeliones de los bereberes en la serranía del sur de Al-Ándalus y así varios Walíes de la ciudad se enfrentaron con el poder central llegando uno de ellos, Rizu ben al-Numan tomar la ciudad de Sevilla en el año 760.
El año 859 durante el Emirato de Abd-el-Rahman II hubo una invasión vikinga dirigida por sus caudillos Hasting y Biorn Ragnarsson asediando la ciudad de Sevilla durante tres días y al final la asaltaron. Provocaron muchos daños, saqueando las casas de los notables de la ciudad, incendiaron la Mezquita Aljama de Sevilla y la Mezquita de las Banderas.
El Emir dispuso la defensa y envió a sus tropas que recuperaron la ciudad e hicieron huir a los vikingos capturando dos dedos sus barcos y muchísimos vikingos fueron capturados.
En los años de sucesivos se reconstruyeron las mezquitas y de sus puertos se utilizo la madera de los barcos vikingos y en las murallas.
En el año 879 se sublevo en la ciudad Yahya Al-Yaziri en una revuelta de muladíes y mozárabes por los altos tributos que el Emir de Córdoba les obligaba a pagar.
La finalidad de estas revueltas era el crear un Estado independiente en la Serranía de la Cordillera Penibética.
Mohammed I Emir de Córdoba envió a la ciudad a Hashim Al-Aziz con un ejército que sometió Al-Yaziri y traslado al prisionero a Córdoba.
Pero la lucha continuó y otros dirigentes pondrían en jaque al Emir. Serían los jefes algecireños Lope Ibn Mandaril y Ben Abi Azara quienes se unirían al caudillo rebelde muladi Omar Ibn Hafsun que luchaba en contra del poder califal.
Aunque Córdoba nombraba gobernadores leales al Emirato, no obstante en los castillos de la sierra las insurrecciones eran constantes prolongándose la situación hasta el 888 que es la fecha que la ciudad de Algeciras se subleva contra el Emir y expulsaron al gobernador.
Del este momento el caudillo Omar ben Hafsun utilizó el puerto de la ciudad para comerciar con el Mogreb.
Esta rebeldía se mantuvo hasta que Abd-el-Rahman III llegó al poder en el 914 donde una gran parte de Al-Ándalus no reconocía su autoridad por lo que inició una expedición de castigo a los castillos de la Serranía de Ronda y entró en Algeciras donde se asentó y ordenó construir las Atarazanas para reconstruir unos barcos capturados a Omar ben Hafsun.
Desde esta ciudad ordenó el ataque final contra Omar ben Hafsun que moriría en su castillo de Bobastro unos años después.
Tras su victoria Abd-el-Rahman III pacífico definitivamente su reino y se nombro Califa.