En realidad aunque fue la
iglesia de
San Miguel, el patrón local, no fue diseñada como tal y se le nota. Es una parte de la alcazaba musulmana, reutilizada posteriormente para múltiples fines, entre ellos
hospital y hospicio de huérfanas. Pasamos junto a lo que parece la cabecera del templo, y nos puede sorprender encontrarnos en ella una
portada y, además, en alto, sobre unas
escaleras de poca anchura. Si para colmo giramos por la
calle de al lado, encontramos otra portada, a la que no se puede acceder ya desde la calle y debajo una entrada con cristalera. Esto último es una añadidura moderna para facilitar la entrada en lo que hoy es la Sala Multiusos más importante de la ciudad, un
salón de
exposiciones y conferencias en un entorno histórico inigualable.