Antes de la llegada de los
romanos al Sur de la península, ésta estaba habitada por un conglomerado de
pueblos influenciados por diversas culturas, que darían lugar a una floreciente civilización ibérica. El paso de esta civilización ibérica a la
romana lo podemos observar en la zona de
Bornos a través de las
ruinas de Carissa Aurelia, situadas a unos 3 Km al Oeste de Bornos. En primer lugar, gracias al descubrimiento de unos leones tallados en
piedra, podemos conocer que allí existió un importante centro de población ibérica. Al parecer, este tipo de
escultura iba colocado en
monumentos funerarios, cumpliendo una función simbólica de defensa del difunto, lo cual es una
costumbre de origen oriental. Junto a estas suntuosas imágenes, costeadas por una clase social dirigente y poderosa, aparecen figurillas de pequeño tamaño, posiblemente exvotos depositados en tumbas de una clase social inferior.