La última etapa de Carissa corresponde a la decadencia del poder imperial
romano, que trae como consecuencia la entrada de los invasores bárbaros y el establecimiento y permanencia visigoda hasta la llegada de los árabes. De este momento se han encontrado algunos restos arqueológicos, entre los que destaca una lápida que hace referencia a las reliquias de diversos
santos y que, en la actualidad, se encuentra empotrada en la
fachada de la
Iglesia Parroquial.