La evolución señorial de
Bornos arranca en 1258 con la donación que hace Alfonso X "el Sabio" a Per del Castel por un Privilegio Rodado, como
premio a los servicios prestados a la Corona; poco después vuelve a ser villa de realengo y en 1304 el rey Fernando IV cede la
plaza de Bornos a Fernando Pérez Ponce; en 1323 el dominio pasa a los señores de Marchena, los Ponce de
León, hasta que se vendió a dos regidores sevillanos: Alfonso Fernández Marmolejo y Martín Fernández Cerón (1387); sólo el primero hizo efectivo el precio de la compraventa, así que en 1398 pudo hacer valer sus derechos y vendió Bornos, su
castillo y su término, por 3.000 doblas, al Adelantado Mayor de
Andalucía D. Per Afán de Ribera I.