Un primer sondeo para tantear las dimensiones del
pueblo —es pequeño, cuenta con poco más de siete mil habitantes— será suficiente. Habrá que dejarse de prólogos e ir a lo sustancioso. A lo verdaderamente interesante. Y lo atractivo, en este caso, tiene nombre propio: los Enríquez de Ribera. Para conocer mejor la
historia que vincula a la
familia de alta alcurnia con este pedacito de
Cádiz, lo mejor es comenzar por el
castillo-
palacio que lleva su nombre.