Pero resulta que hay más: mucho más. Y es que cuando los Enríquez de Ribera echaron el ancla en este pueblito serrano, muchas otras
familias ilustres se sintieron atraídas por el refinamiento que eso suponía y decidieron levantar aquí sus
casas señoriales. Así, el seguir paseando por las
calles principales de la localidad, como la
calle Granada, supone ir descubriendo maravillas como la
Casa de los Ordoñez, de estilo barroco y flanqueada por dos
escudos nobiliarios. Por algo
Bornos está considerada —y no nos extraña— la cuna del Renacimiento en la Baja
Andalucía.