En su interior también se encuentra el
retablo perteneciente a la Cofradía del
Cristo de la
Columna, una notable
escultura en madera policromada firmada por Jacinto Pimentel en 1660, cuya columna es una obra mexicana en plata, realizada en la segunda mitad del siglo XVII. Esta
iglesia tiene sus orígenes en una
ermita que existía en el mismo lugar, antaño denominado
Campo de la Jara.