Es una de las pocas
iglesias gaditanas erigidas en una
plaza, que lleva su mismo nombre, donde el gran espacio ante el templo hace que se pueda contemplar sin obstáculo ninguno. El
retablo mayor realizado en madera policromada imitando mármoles, es obra neoclásica del arquitecto Manuel García del Álamo (1813-1888). Se admira la bella
escultura de la
Virgen del Patrocinio, así como las de
San Antonio de Padua y San Francisco de Paula. Tiene también otros
retablos de los siglos XVII y XVIII, además de diversas piezas de obras artísticas de escultura, pintura y orfebrería.