en su De Architectura y Ateneo el Mecánico. Esta noticia a todas luces ficticia, nos narra el asedio por parte de Cartago y la invención del ariete. Quitando esta última cuestión, no cabe duda de un conflicto entre las dos ciudades fenicias a finales del siglo iii a. C. A partir de ahí se extiende su influencia no solo en el entorno de Gádir, sino en todo el
valle del Guadalquivir primero y en el Levante después (muestra de ello es la difusión de la
cerámica Kuass originaria de la zona.. Su auge como imperio vino motivado por la explotación de las
minas de plata de
Sierra Morena, minas que más tarde explotarán los
romanos.