Velarde nuestro escritor no lo olviden las generaciones venideras
El gorrión, atrevido ladronzuelo,
Allí, chillando sin cesar, revuela
De rama en rama y del
tejado al suelo;
El pichón, que a su tierna amante cela,
La sigue andando y la persigue al vuelo.
Chacharean sin fin las golondrinas;
Hace la rueda y alborota el pavo;
Revuélcanse en el polvo las gallinas;
Los polluelos, por ver quién es más bravo,
Se enredan en terribles sarracinas,
Que el gallo viene a terminar al cabo
Corriéndolos
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