Posiblemente de un origen visigodo, esta singular
fuente urbana se encuentra compuesta por una
pila, cuatro chorros de
agua y un fondo sobre la pared en la que se apoya, en el extremo de la
fachada norte de la
plaza de
España. La pila, formada por dos senos labrados en dos piezas de
piedras, se apoya sobre un basamento constituido por cuatro rostros manantes diferentes. El fondo de la pared está construido por una
fábrica de sillares almohadillados de
piedra, con recercados por dos pilastras y una doble cornisa del mismo material que la corona superiormente. Situada en la zona peatonal de la plaza principal, junto al
edificio del
ayuntamiento, y en una de las zonas indiscutiblemente más transitadas de la localidad, su imagen es de las más características y de las más conocidas del lugar.