Entre el Siglo XVII y XIX
Grazalema tuvo su auge económico gracias a la lana y a la industria del paño que produjo la famosa manta de Grazalema. Se dice que Grazalema es el
pueblo más lluvioso de
España, éste es uno de los secretos de la calidad de sus mantas, la lana más lavada y limpia que la de otras zonas donde llueve menos. A partir del siglo XIX, con la industrialización, muchas empresas textiles de Grazalema se vieron obligadas a cerrar y la población fue emigrando década tras década. Actualmente sólo produce mantas la empresa
Artesanía Textil de Grazalema, una de las empresas textiles artesanales más antigua de España.