Reflejan la particularidad de este lugar la calidad de sus productos. Ejemplos son la manta y los paños, con un auge importante especialmente entre los siglos XVII y XIX, periodo en el que el municipio albergaba uno de los principales centros manufactureros de productos de lana de todo el país. Ejemplos son también sus productos gastronómicos: vinos y licores, queso, chacinas o dulces, como el cubilete y el amarguillo.