Al parecer aquella
iglesia ocupó la acera derecha de la
calle Bizcocheros, levantándose en frente posteriormente por el arquitecto José Álvarez un nuevo templo de corte neoclásico que fue consagrado en 1758, y del que solo se conservan hoy sus muros exteriores ya que el interior fue cerrada por
ruina en el año 1973 y restaurada por el arquitecto Fernando de la
Cuadra. Sus tres naves quedaron reducidas a una, volviéndose a abrir al público en 1981.