Más de dos siglos más tarde, tras la conquista de
Granada en 1492, Xerez pierde su condición de ciudad fronteriza definitivamente, pero no pierde tal denominación. En el siglo xvi, el fonema /ʃ/ notado «X» (Xerez) evoluciona hasta el fonema actual /x/ (jota), y en el siglo xviii la reforma ortográfica de la Real Academia sustituye la «X» por el grafema «J» (Jerez). La forma antigua Xerez quedó así en el nombre que se daba a la ciudad en varios idiomas extranjeros hasta un pasado muy reciente, y hoy sigue influyendo el nombre que se da al vino de jerez: en portugués y en gallego xerez [ʃəˈɾɛʃ], en catalán xerès [ʃəˈɾɛs], en inglés sherry [ˈʃeɹɪ], en francés xérès [gzeʀɛs], en italiano xeres [ˈksɛɾes], etc.