En el año 1231 se produjo la contienda conocida como la batalla de Jerez, en la que el rey Fernando III de Castilla mandó a su hijo el infante Alfonso X de Castilla junto a Álvaro Pérez de Castro y Gil Manrique. Desde Salamanca y pasando por Toledo, se dirigieron hacia Córdoba, donde una vez tomada y devastada la región se dirigieron hacia Jerez. La batalla, que se produjo en las inmediaciones del río Guadalete, se saldó con una victoria castellano-leonesa.