Bien de Interés Cultural, sus valores arquitectónicos y artísticos le valieron su declaración como
Monumento en 1.931, siendo publicado por la Gaceta de
Madrid en ese mismo año. Junto a la actual
plaza de Santiago, se construye fuera del recinto
amurallado de la ciudad
medieval, en el lugar donde ya existía una
ermita de su mismo nombre levantada en tiempos de la Reconquista, configurándose así en el germen del hoy popular
barrio de Santiago.