La edificación de este
palacio responde a la pujanza del Cabildo jerezano, que durante el siglo xvi conoce un importante período de esplendor. Los antecedentes de este momento se encuentran en el siglo anterior, un siglo xv que marca el comienzo de una época próspera cuando se ve convertida en lugar de residencia de una numerosa y distinguida nobleza, y cuando además de la explotación ganadera exporta los
frutos de la tierra, y especialmente el vino, no ya solo por Europa, si no que ahora además también por tierras americanas.