La
iglesia de
San Miguel se comienza a levantar a finales del siglo xv, y por la fecha de la
placa existente en la
puerta de la
fachada gótica del evangelio (1484), cabe pensar que su construcción fue consecuencia de la súplica de la ciudad a los Reyes Católicos en la visita realizada por éstos en el año 1484 para la edificación de un nuevo templo en esta zona en la que la feligresía se servía de una antigua
ermita. Su construcción, no obstante, se prolongaría durante varios siglos, dando lugar a un excelente conjunto de porte catedralicio donde se conjugan elementos propios del último
gótico jerezano con otros del inicio y plenitud del renacimiento y del barroco.