Su impulso se debe a Álvaro Obertos de Valeto, Álvaro Obertos de Valeto Vargas y Trujillo y Martínez de Trujillo. Noble caballero, jurado de Jerez y piadoso fundador que cedió los terrenos para la construcción del
monasterio de la Cartuja de Jerez, cuya primera
piedra fue colocada el 17 de diciembre de 1478; trabajó en sus obras como un operario más y en ella está su tumba.