El Gallo Azul es un
edificio que está situado en el centro de Jerez. Fue diseñado en el año 1927 por el prestigioso diseñador sevillano Aníbal González. La construcción de esta emblemática obra arquitectónica fue realizada por encargo de un miembro de la
familia Domecq, para la cual Aníbal trabajaría además en la reforma de sus
bodegas de la
calle San Idelfonso. El edificio se entiende como un elemento especial, debido a su emplazamiento en el encuentro de algunas de las
calles principales del
centro histórico de Jerez. Y es que se sitúa en la
plaza homónima al edificio, en una gran encrucijafa de calles: Algarve, Lancería, Larga,
Santa María,
Doña Blanca y Esteve.
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Imagen actual de El Gallo Azul, de paso obligado por los viandantes jerezanos.
Es una construcción de estilo clásico y portentoso, con clase y elegancia para tal importante calle y paso obligado— en aquél entonces— desde la calle del
mercado hacia
Cádiz o
Sevilla (todavía se halla un
reloj en el centro de la plaza que indica las direcciones a estas capitales de provincia). Realizado todo él en ladrillo visto, a la manera de otros
edificios que el arquitecto realizara en Sevilla, posee la singularidad de su planta casi circular, en cuyo piso bajo coloca una arquería sobre
columnas de mármol blanco, planteando un retranqueo en la planta superior hasta conseguir una amplia
terraza en ella. Con una estudiada composición de
fachada, remata el edificio un gran azulejo semicircular flanqueado por jarrones de azucenas. El edificio quedó acabado en el año 1928.