Salvador Díez (1858-1939), nació y murió en Jerez. Fue un ilustre jerezano y un industrial bodeguero, que destacó por su compromiso con el patrimonio cultural de la ciudad. En 1875 fundó las
Bodegas Díez-Hermanos, y en 1908 compró y restauró los
claustros de
Santo Domingo. En 1926 compró el Alcázar, salvándolo de un derribo más que probable. Lo hizo tras conocer los planes del
Ayuntamiento de derribar el recinto, argumentando su estado ruinoso para construir en su solar un
parque público.
El acto se ha convocado como una convivencia familiar para rendir un sencillo y emotivo
homenaje a la figura de don Salvador Díez, ya que su intervención fue decisiva para la existencia del conjunto
monumental. En nombre de la
familia, Lorenzo Díez Romero-Valdespino quiso resaltar «el cariño y la vinculación que la familia ha tenido con el Ayuntamiento y con el Alcázar, a lo largo de 80 años, y con el que se ha mantenido viva la huella de don Salvador».