La
puerta de la ciudad, por la que se entra en el conjunto, es una construcción que por su carácter representativo posee gran monumentalidad.
Se sitúa en una
torre que sobresale de la línea de
muralla y está precedida por un pequeño
patio defensivo por dos
torres y por la propia muralla. Entre estas dos torres se levantó un
arco, quizás en el siglo XV, que forma la actual entrada al recinto.
Al fondo de este patio podemos ver un hermoso arco de herradura enmarcado en un recuadro o alfiz, apoyado sobre impostas de mármol. Tras este arco se entra en un espacio cubierto por una
bóveda vaída, desde donde se realiza el giro hacia el patio de Armas. En uno de sus lados se conserva un espacio cubierto con bóveda de cañón, que servía para el control de la guardia. El arco de salida al patio de Armas ha sido transformado en época moderna