Su parte más alta, está cubierta por una
bóveda de cañón que forma en su parte superior el suelo de ladrillo de la habitación. El primer foso pudo haberse construido entre los siglos XIII-XIV, al igual que los aljibes. El acceso al alcázar, se realizaba por un
puente retráctil que se desplegaba para salvaguardar el desnivel geológico de la explanada con respecto al interior del recinto.