El castillo fue construido por los árabes y su fisonomía corresponde al periodo de dominación de los nazaríes, última dinastía musulmana que dominó el reino de Granada y cuya caída supuso el final de al-Andalus. Posteriormente, fue reconquistado por Enrique IV de Castilla a mediados del siglo XV. Según las intervenciones arqueológicas realizadas en las proximidades del castillo, la fortificación se ubicó sobre los restos de una antigua ciudad romana, Obba.