En la actualidad los escombros llenan algo más de la mitad de su espacio si bien las excavaciones realizadas en 2002 permitieron localizar su suelo original, perfectamente conservado. Parte del sistema definido por esta estructura ha desaparecido pero sin embargo su futura restauración permitirá establecer una conexión lógica con el
pozo-
mina adyacente, en cuyo interior se conservan los restos de dos grandes
arcos de herradura. La conexión intelectual entre los distintos aljibes y
pozos del conjunto definen uno de los argumentos más interesantes en la visita al
castillo. Tras las excavaciones arqueológicas realizadas en 2014, a los pies del aljibe es posible observar el urbanismo de la medina islámica parcialmente reformado a fines del XV e inicios del XVI. A destacar la
calle pavimentada que permitía el acceso en recodo a la
Puerta del
Reloj. Aparecen algunas viviendas adaptadas a la
roca natural en la que se habilitaron huecos para el depósito de tinajas y víveres.