A inicios de los años veinte del siglo pasado, y pocos metros antes de la unión (junta) de ambos
ríos, fueron construidas dos grandes tuberías o sifones que, formando dos grandes
arcos sobre el caudal de los ríos, serían destinadas al trasvase del
agua procedente del futuro
pantano de Guadalcacín. Estos sifones (llamados en la zona "las morcillas" debido a su forma arcada) entraron en funcionamiento en 1922, y continúan en servicio en la actualidad. Los sifones estàn construidos en hormigòn y se elevan unos 20 metros por encima del cauce. Estas estructuras son utilizadas por la gente del lugar para cruzar los ríos, aprovechando los escalones construidos en la parte superior de las tuberías.