La economía asidonense ha estado formada durante un largo período por la
agricultura y la
ganadería. Aunque esta rama aún perdura en menor grado, la mayoría de los jornaleros han abandonado el trabajo en el
campo y se han pasado a la construcción, sector que hoy prolifera por todas las zonas turísticas. Desde finales del siglo xx,
Medina Sidonia empieza a vivir fundamentalmente del turismo y de su industria de dulces, de la que exporta a toda la provincia.