La
placa del pedestal explica el motivo de esta
escultura: "Es el
homenaje a los olvereños y olvereñas que perdieron la vida por la sin razón y la locura. Enterrado el rencor,
Olvera recupera los nombres y las víctimas de la Guerra Civil renovando el compromiso con una convivencia democrática y pacífica". Ubicada en la emblemática
Plaza de la
Iglesia de la Encarnación, está realizada en
piedra.