Olvera se situaba en la frontera entre el reino de Castilla y el reino de
Granada, por eso era frecuente que los cristianos intentaran conquistarla. Uno de los intentos más importantes es el llevado a cabo por Don Juan Manuel, suegro de Alfonso XI en el
verano de 1326, pero al ver lo estratégicamente situado que estaba y las
murallas, desiste de su intento. La conquista cristiana se planifica en
Sevilla, lugar hacía donde se traslada el rey Alfonso XI en marzo de 1327. La conquista de Olvera no era un hecho aislado
militar, formaba parte de la estrategia de conquistar el estrecho de Gibraltar, zona de vital importancia tanto para el reino de Castilla, como para el de Granada.