En 1976, el entonces jefe del Estado, Juan Carlos I, convalida una serie de títulos nobiliarios otorgados durante el franquismo, entre ellos se encuentra el Señorío de
Olvera, al cual se le otorga Grandeza de
España. En aquella época llega a Olvera los ecos de la rebelión de los moriscos en las Alpujarras. Los musulmanes convertidos a la fuerza al cristianismo y sometidos a crecientes presiones, estallan en una revuelta que pronto se extiende por la
sierra gaditana. El problema acaba con la expulsión de los moriscos de España en 1609