Una vez acabada la contienda se desató una feroz represión contra cualquiera que no hubiese tomado partido de la sublevación. El saldo de muertes del
pueblo debido al conflicto fue aproximadamente: de 14 fallecidos por el bando franquista, y 200 por los republicanos. Inclusive tres olvereños estuvieron en
campos de concentración nazis, llegando solo uno a sobrevivir. El falangista "El Rubio de la Buena Moza" es quien más ferozmente ejerció la represión