Es muy gratificante pensar, que aún con el paso del tiempo, nos van quedando recuerdos y vivencias que nunca se olvidan, unas gratas y otras que no hubiésemos deseados pasar por ellas. Mª Angeles, ese Domingo 16 de Mayo, ya habíamos cogido el viaje de fin de curso, que por cierto al año siguiente fuimos a Londres. Teníamos una fiesta en el patio del colegio, Paco había estado el hombre dos semanas enfermo en casa, y apareció esa fatídica noche por allí. Esa noche, a mi me toco estar en la puerta, para el control de entradas, junto con otro compañero, le salude cuando entró, y a mitad de la fiesta, salía, le pregunte ¿Que pasa, ya te vas?, y me dijo: “ No, voy a dejar a mi novia, vuelvo y os echo una mano”. Al ratillo se monto un revuelo tremendo en la fiesta, y la hermana pequeña salía despavorida corriendo, entonces fue cuando nos enteramos de la fatídica noticia. Digo la hermana pequeña, de edad, pues también era bastante alta como él, entonces con el pelo corto, rubio. La mayor era morena, y ambas dos bastante guapas. De él me queda un recuerdo imborrable que era el estar los dos jugando una partida de ajedrez, alto, delgado, con la cara blanquita, sus gafas, y muy concentrado. En fin un buen tipo, que Dios le tenga bien acogido, y que nunca se nos borre de nuestra memoria.
Hasta siempre camarada.
Un abrazo para todos.
Hasta siempre camarada.
Un abrazo para todos.