Los setenileños poseían una importante
iglesia, un
hospital y un seminario que se mantuvo hasta mediados del siglo xvii. Fue en este siglo cuando, tras numerosos pleitos, consiguieron independizarse de la ciudad de
Ronda, por una real pragmática firmada en 1630. La entrada del siglo xix estuvo marcada por las luchas guerrilleras de sus vecinos, que unidos a los de otros
pueblos de la serranía gaditana, resistieron ante el invasor francés que ocupaba la Península. El proceso desamortizador no repercutió positivamente en los habitantes de
Setenil, y los campesinos, buscando soluciones que paliasen sus dificultades económicas, se unieron a los movimientos sociales que habían empezado a difundirse por la
sierra gaditana.