Setenil gozó de una gran importancia estratégica durante su periodo musulmán y la reconquista cristiana se hizo de rogar, tanto que de ahí proviene su nombre. Fue sitiado siete veces sin éxito, Septem nihil (en latín: Siete veces nada), y así quedó bautizado. Para conocer Setenil de las
Bodegas elige un buen día de sol, cuando más resplandecen sus
casas de
color blanco y más contrastan con el
cielo azul. Será el momento perfecto además para comprobar cómo sus
calles se mantienen frescas de manera natural y su ubicación ayuda a escapar del calor.