Cuando se acerque la hora de comer lo mejor que puedes hacer es poner rumbo a la calleCuevas del Sol. Aquí la roca que ha sido erosionada por el cauce del río hace de techo y pared de las casas y restaurantes que ofrecen platos típicos como las sopas cortijeras, los revueltos de espárragos, las migas de pan o el gazpachuelo. Siempre, por supuesto, junto a enormes tomates que difícilmente pasarán desapercibidos.