Se sitúa en un bello entorno al nordeste de la provincia, a una altura aproximada de 640 metros sobre el nivel del
mar, y ofrece un clima seco y templado, característico de muchos otros lugares de la comunidad autónoma andaluza. El
pueblo es rico en
historia, aunque un verdadero enigma en cuanto a sus orígenes. Echando la vista atrás, podemos imaginar a sus primeros pobladores en la época prehistórica cuando posiblemente se refugiaban en algunas de las distintas
cuevas que existen en las proximidades. Sin embargo, sólo se puede saber con certeza que en la época del
medievo bajo ya existía un núcleo urbano coincidiendo con lo que es el asentamiento de la actualidad.