Desde este
mirador contemplamos una buena panorámica de la parte más moderna de Vejer.
La
escultura de la Cobijada que hay en esta pequeña
plaza encarna a la mujer vejeriega con su
traje típico completamente negro, compuesto por manta y saya que nos evoca a las
costumbres islámicas. Con esta ropa las mujeres cubrían completamente su cuerpo, incluida la cabeza, dejando al descubierto un solo ojo.