El
Castillo de
Vejer de la Frontera data de los siglos X-XI y merecería la pena ser visitado por su valor histórico. Se encuentra en el punto más alto del
pueblo y está clasificado como “castillo menor” ya que solo dispone de una entrada. El ojo de la cerradura, típico de la
arquitectura morisca, se abre a un
patio que estoy segura que os hará viajar en el tiempo. Dicho esto, tenemos que admitir que nos sentimos un poco decepcionados al no poder visitarlo, ya que hoy es una
casa privada. Supongo que el castillo tendrá que vivir en mi imaginación.