Es lo que sienten muchos viajeros que, cuando conocen
Marruecos, insisten que Chaouen y la gaditana
Véjer de la Frontera parecen ciudades hermanas, sin saber que a ambas les une una gran
historia de amor. Los mismos recovecos,
calles estrechas e idénticas
casas encaladas, aunque en el caso de Chaouen pintadas de un azul intenso. Imposible hacer un viaje a Chaouen y recorrer la ciudad sin que, en algún momento, nos asalte el recuerdo de Vejer de la Frontera. Dos lugares parecidos y una leyenda que puede explicar el hecho de que ambas se miren como reflejadas en un
espejo.