En el cerro sobre el que se asienta Vejer (a 190 m. sobre el nivel del
mar), y su entorno existen testimonios de presencia humana muy antigua. Bajo las
murallas han aparecido materiales de la Edad del Bronce y recientes estudios arqueológicos han revelado la existencia de un poblado de tipo orientalizante datado en el S. VII a. C. En el mismo lugar se han encontrado algunos materiales y restos de muros de época turdetana, así como algunas
cerámicas de época
romana.