Una vez que el Estado andalusí consiguió la estabilidad bajo el califato omeya Besher sirvió como uno de los puntos importantes de control
militar andalusí frente a los mayus o vikingos. Durante la época de esplendor califal Besher se menciona poco en las
fuentes, según ibn Hayyan contaba con dos cercas, siendo una de ellas la de la propia fortaleza. La población de Besher la integraban andalusíes mozárabes y musulmanes, si bien no habría que descartar una población sefardí, ya que hay una
calle junto a la
muralla llamada
Judería. La riqueza agrícola de la zona les daba estabilidad económica.