Amurallada desde siempre, aún conserva en buen estado varias
torres (del Mayorazgo, de
San Juan y de la Corredera) y las cuatro
puertas de la villa
medieval integradas a la perfección en el conjunto urbano: la del
Arco de la Segur, la de la Villa, la de Sancho IV y la
Puerta Cerrada. El
castillo (ss. XI-XVI) se sitúa en la parte más alta del
casco antiguo, accediendo a él por un bello arco de herradura. Combina elementos musulmanes y cristianos.