Pasear por Vejer es un plan en sí mismo. No hace falta tener una guía específica porque las
calles del
casco antiguo te van descubriendo todos los
rincones que encierra el municipio. La abarrotadísima
Plaza de
España –especialmente en los meses de julio y agosto-, centro neurálgico de la localidad; la
calle de Nuestra Señora de la Oliva, una de las
vías centrales del
pueblo que alberga el
Palacio del Marqués de Tamarón, en cuyo interior se encuentra el
Museo de Vejer; el
castillo árabe, ubicado en el
barrio de la
Judería; las
murallas de la ciudad, con todos los secretos y curiosidades que encierran; o la calle
Arcos de las Monjas, posiblemente, la más fotografiada del lugar, son algunos de los rincones que encontrarás al recorrer sus callejuelas escoltadas por una multitud de
casas blancas. ¿Nos perdemos?