La Villa de
Zahara fue durante todo el antiguo régimen Marquesado y Señorío entre los siglos XV y XVIII, gozando de importantes rentas. El poder jurisdiccional era ejercido por el alcaide del
castillo, en quien lo delegaba el señor, al que correspondía la tenencia de la villa. El señorío de la villa lo dieron los Reyes Católicos a Rodrigo Ponce de
León, duque de
Arcos y marqués de Zahara.