Adamuz es una villa situada al nordeste de la provincia de Córdoba, en las estribaciones de Sierra Morena un tanto abrigada de norte a sur, lo que le confiere una cierta variedad en sus características físicas y paisajísticas, como las colas del embalse del Guadalmellato, (embalse que da de beber a Córdoba y riega parte de su vega).

El bosque mediterráneo, (encina, lentisco y madroño) fué siempre la fuente de riqueza principal para los habitantes de estas tierras y el aprovechamiento de los recursos naturales como la fauna cinegética, (doce mil hectáreas para montear), la madera, la miel, el corcho, las plantas aromáticas y las bellotas, convenientemente aprovechadas, generan importantes beneficios. Mas del 90 por ciento de la tierra cultivada se dedica a la aceituna.

Dista 46 Km de la capital y tiene una altitud de 240 metros sobre el nivel del mar. La superficie de su término municipal es de 331,1 kilómetros cuadrados y dentro del mismo se encuadra además el poblado de Algallarín.

Destaca como principal monumento religioso de la villa de Adamuz la parroquia de San Andrés, que se encuentra ubicada en un extremo de la población, dominando un bello paraje serrano. Su importancia, además, se ve acrecentada por ser uno de los primeros templos góticos de la provincia.

Del antiguo castillo de Adamuz no quedan vestigios, de aquí que el más importante edificio civil conservado sea la Torre del Reloj. Fue edificada en 1566 por el entonces marqués de El Carpio don Luis Méndez de Haro, y tiene disposición cuadrada con varios cuerpos decrecientes, abriéndose el último en arquerías con columnas.

Entre las personas mas notables que ha dado Adamuz, podemos resaltar al político Salvador Muñoz Pérez, abogado, propietario y alcalde de Córdoba y al cantaor Francisco Rojas, "Niño del Museo".

El origen de la actual denominación de esta localidad se deriva del árabe Damus, que al transcribirse es Adamuz, que significa la cueva. Aunque antiguamente se creía que venía del vocablo Hebreo adamotz, que significa tierras coloradas.

Adamuz es un pueblo hospitalario, y responde a una realidad histórica, pues la villa se desarrolló alentada por el viejo Camino de la Plata que por ella pasaba y vivió de los viajeros, a los que ofreció cobijo en sus mesones y posadas.

Los restos encontrados en la cueva situada sobre el arroyo Cañaveralejo demuestran que Adamuz estuvo habitada desde la etapa Neolítica. Otros restos de la presencia humana durante la prehistoria se encuentran en el Cerro del Ermitaño y en el poblado de Algallarín, donde han aparecido hachas de piedra y cerámicas. También se han encontrado muestras de asentamientos ibéricos, iniciados en la Edad de Bronce, romanos y visigodos. La ciudad fue fundada por los musulmanes con el nombre de Damus. Se cree que nació como lugar de posada en la ruta de la plata. En 1566 fue comprada por el marqués de El Carpio a Felipe II. La población disminuyó enormemente en el siglo XVI a causa de la epidemia de peste y la apertura del camino de Despeñaperros la aisló y la perjudicó de forma irreparable. Adamuz ha participado en acontecimientos históricos como la Guerra de la Independencia, desamortización de Mendizabal o la Guerra Civil. Actualmente Adamuz se dedica a la agricultura y a la caza mayor.