Padre nuestro que estas en los
cielos, en la tierra y en todo el universo, santificado sea tu nombre, aun cuando el dolor y la desilusión hieran nuestro corazón, bendito sea el
pan nuestro de cada día, dánosle hoy para renovar nuestras fuerzas físicas y espirituales. Perdona nuestras ofensas, pero enséñanos antes a merecer tu perdón, perdonando a aquellos que cusan nuestros dololres, oprimen nuestro corazón y destruyen nuestras ilusiones. Que podamos perdonarlos, no con los labios, sino con el corazón.
Aparta
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