El mensaje de Dominguez Viguera me ha hecho recordar mi niñez en los salesianos de Pozoblanco, tuve la suerte de caer en manos de D. Antonio, un cura y persona extraordinario, los valores que nos inculcaba a los de la clase, eran muy parecidos a los de su profesor D. Marcos, echaban horas y horas con nosotros, tanto en clase como a la hora del deporte. Mi emocionado recuerdo y agradecimiento a mis maestros de 1959/1961.-